LA NOCHE DEL DÍA QUE LLOVIÓ EN VERANO
Talento Breve
Me llevé al teatro, me compré una cena, caminé, me compré un helado y creo que ahora me haré el amor.
Carolina Dagach, 29 años
Providencia
ESCAFANDRA
Primer Lugar
A Moreno le gusta la palabra escafandra. Un día la oyó revoloteando en el aire caliente del metro y la guardó en algún lugar cerca de su estómago. No sabe qué significa, e imagina que, si la buscara en una enciclopedia, encontraría la imagen de un animal fantástico, quizá similar a una libélula (porque una palabra como esa seguro debe tener alas). Como un reflejo, cuando Moreno oye el pitido del cierre de puertas, la escafandra aletea en la boca de su estómago y escapa planeando por el vagón, a ver si algún otro pasajero la captura al vuelo.
Laura Soto, 22 años
Providencia
LOLA, POR QUÉ TAN SOLA
Talento Breve
Mi mamá me dejó al cuidado de mi tío. Guardé silencio como de costumbre.
Ivana Victoria González Araos, 16 años
Quilicura
PENA REMITIDA
Primer Lugar
Deshojada quedó Margarita en el revuelo del patio del cité, bajo el abrazo del conviviente de su madre, cuando al cumplir ocho entre globos y reggaetón, él le susurró que la quería: mucho, si guardaba silencio; poquito, si se resistía; nada, si lo denunciaba.
Patricia Middleton Correa, 68 años
Linares
GOLPECITO DE ESTADO
Mención Honrosa
Sabíamos que los de la mesa del lado eran militares retirados. No todos, sólo los que hablaban más incoherencias sobre glorias pasadas. Pidieron banderas y chupallas como cotillón y se pararon a hacer el trencito engalanados como si fueran las Fiestas Patrias. Era inquietante ver sus rostros borrachos, oír sus risotadas, verlos bailar usando servilletas como pañuelos. Se dieron una vuelta completa por el comedor del hotel bailando, volvieron a sentarse y pidieron otra botella de vino. Ganaron el premio a la mesa más alegre y yo sentí que por unos minutos hubo un golpecito de Estado en el matrimonio.
Natalia Muñoz Castillo, 30 años
Santiago
LA VERDAD
Primer Lugar
Los miércoles vuelvo a mi departamento unas horas más tarde. Le comento al conserje algo a modo de excusa: «Hoy me junté con una amiga». Nunca me ha preguntado. Pero la verdad es esta: Voy al Parque Uruguay y me acuesto boca abajo en el pasto, con los ojos cerrados, inmóvil. Y espero hasta que las pelotas de fútbol rueden en mi espalda, la gente trote sobre mis piernas, los perros me huelan sin mover la cola. Cuando siento que estoy a punto de desaparecer, me levanto y camino por Andrés Bello, con las rodillas manchadas de tierra húmeda.
Gabriela Flores Díaz, 30 años,
Providencia
LICEO PÚBLICO
Premio al Talento Joven
Entro al liceo y la inspectora me crítica mi color de pelo y mi ropa desarreglada, pero yo sigo adelante, porque yo solo estoy esperando esa hora. No le entiendo a la profesora de ciencia, pero no me importa, porque yo estoy esperando esa hora. Mis amigos me hablan, pero yo miro el reloj, esperando a que sea la hora. Hasta que finalmente sonó el timbre, indicando que es la hora. Hay una fila para entrar, me dieron mi bandeja y yo empiezo a tragar cucharones llenos de porotos con riendas sin sal, que llegan a mi estómago vacío.
Vincent Bieler Arellano, 17 años,
Puerto Montt
PERFIDIA
Mención Honrosa 2002
Amanece. el cerro san Cristóbal me mira, cínicamente, con ojos de virgen.
Ignacio Reyes, 50 años,
Santiago
La terraza de los cabros
Primer Lugar
Somos cinco y nos ponemos a fumar en la pequeña terraza en la falda del cerro Monjas. Uno lo enciende, el otro toma agua. Yo miro al gato que toma el sol en la copa de la casa. Otro toca guitarra, y la última baila. Luego bailamos juntos. Luego bailamos todos.
Paolo Henríquez Fuentes, 23 años
Viña del Mar
VERTEDERO MUNICIPAL
Premio al talento joven
Y pensar que todo empezó con un papel.
Ignacio Aguilar Rodríguez, 16 años,
Antofagasta
Dostoievski
Primer lugar 2006
Habría observado con detención a las personas salir humeantes de la boca del Metro. Habría atravesado estupefacto la Moneda bajo la lluvia. Pensativo, le habría comprado una sopaipilla a un perro hambriento cerca del santa lucía. Habría cruzado alegremente calles inundadas con niños corriendo a su lado. le habría levantado el puño a los agresivos e invasores automóviles. Habría probado el mejor navegado en la Piojera con unos amigos. Habría llorado y reído, sentado en un banco, mirando la gente, esperando la micro, entumido. Y habría esperado la nieve, en vano. A fedor Dostoievski le habría gustado santiago en invierno.
Ernesto Guzmán, 29 años,
La Florida
Nueva comunicación
Tercer Lugar, 2023
Los números podrían reemplazar letras y h4c3r un nu3vo l3ngu4j3 qu3
comun1qu3 m3j0r a adult0s y n1ñ0s. Se p0drí4 c0nstru1r un mund0 más
d1v3rtid0 y ll3n0 de cr34t1v1d4d. Tal vez, así mi padre saldría de sus
cálculos y me dedicaría un poco de atención.
Jorge Rivas Soto, 12 años,
El Bosque.
Poetas pal Nobel
La señora que escribe la lista de precios en su carrito de sopaipillas. El señor que vende el diario comentando los titulares. El niño que le miente a la mamá para que
no lo castigue. El sapo que ayuda a los micreros. La señora con voz desafinada que canta en la calle junto a su parlante. El joven que ofrece las promos del bar en el que trabaja.
Diego Armijo Otárola , 22 años, Viña del Mar.
Lo teje
Premio al talento infantil
Lo teje, lo teje, mi abuela me lo teje porque ella dice que del invierno altiplánico me protege.
Javiera Villalobos Sciaraffia, 12 años, Iquique
Las doce
Premio al talento mayor
Atronaba la banda, el guaripola desplegaba sus mejores destrezas (después supe que se lucía para ti, que caminabas entonces como andarían, si lo hicieran, los claveles). Alguien nos presentó cuando en la Torre eran las doce. Desaparecieron la multitud y hasta la brisa que movía tus cabellos de miel. Solo quedaron tus ojos y la sonrisa que iban a tener los cinco hombres, las seis nietas y hasta la bisnieta que vendrían. Son las doce y estamos nuevamente solos, con las manos unidas, en esta Plaza Prat, donde nos ven solamente como dos viejos tomando sol.
Marce Hugo Contreras Mondaca, 79 años, Alto Hospicio.
Jorge Inostrosa
Premio al talento infantil
Pido una pizza y doy la dirección, me dicen «lo siento, para allá no voy». Estoy aburrida, invito a mi amiga, le doy la dirección, me dice «para allá no voy». Estoy en el centro, paro un colectivo, doy la dirección y me dice «para allá no voy».
Mayte Araya Castro, 12 años, Iquique
Tarea
Premio Alto Hospicio
Cuando Alto Hospicio no tenía más que un puñado de casas, y no había luz eléctrica, y nos dejaban agua en camiones dos veces a la semana, mis padres pensaban en invertir, así es que se tomaron un terreno. Fui a la primera escuela del lugar y obtuve mi primer 1: la profesora se enojó cuando, al pedir de tarea dibujar nuestras casas, yo dibujé una carpa.
Nicole López Donoso, 31 años, Alto Hospicio.
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