Narrar una historia utilizando múltiples voces debería permitirle al lector o lectora enterarse de puntos de vista distintos entre sí. De esta forma se dispersa el poder de una voz única y se suman perspectivas que complejizan lo que se sabe sobre lo narrado. Si se hace bien, es decir, si hay muchas perspectivas, la narración pasa a ser dialógica y se contrapone a una narración monológica, donde prima solo un punto de vista. Demás está decir que puede haber novelas estructuradas en torno a una sola voz que a pesar de ello son también dialógicas. No se trata entonces de la cantidad de voces, sino de cómo se trabajan los puntos de vista y, claro, esta distinción no hace referencia a la calidad de una ficción.
Esta novela manifiesta un monologismo profundo sostenido por una figura autoral que opera como un director que solo fragmenta la información, pero que no entrega puntos de vista diferentes, contradictorios o que actúen como puntos de fuga.
De esta forma, la novela fracasa en su intención polifónica (es monofónica).
Patricia Espinosa.

domingo, 18 de mayo de 2025
Sobre la novela polifónica
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario